Carta de Valentín Carderera y Solano a Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de Valmar. 4 de octubre de 1846. ^[1]

Sr. D. Leopoldo Augusto de Cueto

Madrid 4 de octubre/46

Muy estimadísimo amigo: No dudo que extrañará usted mi silencio y poca formalidad por no haber avisado a usted el recibo del libro del barón de Rayzinski. ^[2] Voy a satisfacer a usted: Como yo recibí su carta a las pocas horas que el libro, y deseando contestarle a las preguntas del Sr. vizconde de Juromenha ^[3] en un mismo correo, escribí inmediatamente al Sr. duque de Villahermosa ^[4] remitiéndole el mismo papelito con la persuasión de que a vuelta de correo me contestaría. Hasta ayer no pude recibir carta suya (de Zaragoza donde reside tiempo hace) por haber estado bastante indispuesto, pues el pobre Sr. hace dos o tres años que sufre muchísimo. Me dice que siente «mucho no poderme dar noticias sobre la persona que deseamos, que no cree que en su archivo haya la menor noticia y mucho menos en su biblioteca pues no descendiendo de un padre de los duques de Villahermosa que se citan sino entroncando con los señores duques por una hermana del duque D. Martin no hemos sido herederos de los últimos duques, y solo en fuerza de un reñido pleito entró mi familia a heredar la Casa y Estados».

Hará unos dos años que murió su archivero, si no yo hubiera bajado a revolver y buscar si había algo; aunque el Sr. duque, como usted sabrá, es muy instruido en la historia de su casa y las de la grandeza, etc., y conoce los papeles que posee. Dicho archivo está cerrado desde esa época pues con la idea de regresar, se va pasando en proveer esa plaza de un año a otro. Por mi parte he buscado en algunos libros que tengo como la Historia de la grandeza del conde duque de Luna cuyo título tiene el hijo primogénito (Marcelino) y nada he encontrado.

Yo creo que se quemaron en los sitios de Zaragoza estos archivos primeros con una infinidad de manuscritos preciosos que legó el conde de Guimerá ^[5] pariente del duque al convento de San Agustín de dicha ciudad. Algunos volúmenes, que parece se salvaron del incendio o explosión de las granadas de los franceses, pudo comprar hace 8 años mi amigo Gayangos, ^[6] a su paso por aquella capital entre ellos algunos con muchísimas cartas de los Reyes Católicos, del Gran Capitán, de Zurita etc., etc. y un volumen de ellos cedió en cambio al duque de Villahermosa por contener documentos muy interesantes de su familia. Yo veré si conserva alguno donde se pudiere encontrar algo para su amigo el vizconde. Hablamos del libro de las Artes en Portugal . ^[7] Inmediatamente que lo recibí me puse a leerlo y desde luego me interesaron mucho los facsímiles de Francisco de Holanda, ^[8] así como la mayor parte de los documentos que inserta. Se conoce que no llegó a tiempo para su inserción la noticia del pintor Carvalho de que hablé a usted. Le doy para usted un millón de gracias pero sin excusarle el que me avise su importe pues no es justo que le sea gravoso; y es ya suficiente favor habérmelo procurado.

Ya está de regreso el Sr. Varnhagen ^[9] de su excursión por la vieja Castilla pues la vista de mis dibujos le excitaron vivamente a ese viaje, y ha vuelto asombrado de las riquezas que aún existen después de tanta demolición que data desde el año 1809. ^[10]

Todavía estoy esperando el resultado acerca de las nuevas condiciones que he puesto al editor de Paris para mi Iconografía , ^[11] pues hay que atar muchos cabos con esa gente. Ya sin eso me ha ocasionado muchos perjuicios su quiebra verdadera o fraudulenta. No dejaré de avisarle si se vuelve pronto a emprender.

Yo continúo a pesar de tanto desengaño, recogiendo retratos y preciosas estatuas (en dibujo) de personajes célebres, y crea usted que si se publicase todo cuanto he reunido de esa clase de monumentos seria la obra tal vez más curiosa de cuantas han salido en Europa en este género. Siento que voy perdiendo las ilusiones y el ánimo y la salud, tengo enfermos en mi familia, etc. Así, no extrañe lo desaliñado de esta y créame muy su apasionado servidor y amigo que desea verle

Valentín Carderera [rúbrica].