Carta de José Lázaro Galdiano a Miguel de Unamuno y Jugo. 10 de enero de 1903. ^[1]

Mi querido Unamuno: Le complaceré con mucho gusto: hoy mismo escribo a mi casa para que le envíen trescientas pesetas, pero si las otras personas a las cuales me dice haberse dirigido no responden a medida de su deseo, dígamelo sin reparo, que yo tendré el mayor placer en servirle en esto y en todo lo que usted desee y quiera.

Cuidado con ese proyecto que se trae en la cabeza: piénselo mucho antes de abandonar la cátedra y sosiéguese un poco de impaciencias. No hay español que tenga los motivos que usted para estar satisfecho de su suerte: nadie ha llegado aquí tan alto tan pronto, y creo que en ningún otro sitio se le presentará porvenir más brillante.

Piénselo, pues, mucho, antes de hacerlo, no vaya a dar un mal paso.

Supongo que trata usted de irse con una plaza a cualquiera de las universidades yanquis. ¡Si usted viera lo poco que allí consideran a los profesores y lo mal pagados que están con relación a las otras profesiones!

En fin, mucho cuidado.

Suyo buen amigo

J. Lázaro [rúbrica].

Niza 10 enero 1903.

Escríbame siempre a Madrid.