Carta de Jaime Serra y Gibert a Pedro de Madrazo y Kuntz. 19 de marzo de 1865. ^[1]

Sr. don Pedro de Madrazo.

León y marzo 19/65.

Muy Sr. mío y amigo: Dispénseme usted haya estado faltando a lo que quedamos antes de marchar, de que escribiría y les daría razón de lo notable que aquí hubiera; pero el no haberme sido fácil hasta ayer el obtener permiso del Sr. Obispo ^[2] para ver y apuntar algo de la orfebrería de San Isidoro por una parte, y por otra el deseo de recoger cuantos datos sean posibles respecto al panteón de los reyes y a los sepulcros recientemente descubiertos, han hecho retardar hasta hoy el satisfacer mi compromiso.

Hasta así y todo quedará incompleto; pero me anima la esperanza de que su amigo de usted don Carlos Pravia ^[3] que tan señaladas muestras de distinción me ha dado, va a la corte según me dijo ayer, probablemente un día de la próxima semana; y de palabra podrá usted saber todos los pormenores de lo que nos ocupa.

El panteón, como usted sabe, es del siglo XI; y a la forma casi de perfecto cuadrado que afectaba su planta, se le ha añadido el nuevo espacio descubierto a la otra parte de unas columnas tapiadas, en el cual se han encontrado los nuevos sepulcros ^[4] dispuestos en esta forma S a excepción del joven conde don García ^[5] que se encontró como decían los escritores antiguos debajo del altar de dicho panteón A. ^[6] Si se prescinde de un espacio que ha servido de bodega a los canónigos por mucho tiempo y que ha estado incomunicado de todo lo demás, resultará la planta actual del Panteón de una forma cuadrilonga, estando además perfectamente orientado como he podido apreciar con mi brújula.

Las bóvedas del nuevo espacio descubierto, están construidas posteriormente a causa de haberse destruido las antiguas por un incendio que ocasionó un hundimiento; incendio del que se notan las huellas en lo ennegrecido de una de sus paredes, la del sud, en la que se conservan rastros de pintura aunque es de difícil interpretación.

La primera parte del panteón, esto es, la que se conocía, ha ganado muchísimo con el segundo espacio, y es bastante probable fuese lo segundo, utilizado nada más que para los depósitos de cadáveres al propio tiempo que lo primero serviría de capilla para las ceremonias religiosas.

En este panteón están representados en compendio los misterios de toda nuestra religión, ya en algunos de los capiteles, ya en las pinturas que decoran las bóvedas hasta la línea de la moldura inferior de los capiteles.

En cuanto a los trabajos que he de practicar en el referido Panteón espero de su amabilidad se sirva precisármelos con anuencia de los señores de la Comisión, porque si bien la parte arquitectónica la tengo ya casi hecha ocupándome ahora de los detalles; no obstante hay una parte muy importante y que va íntimamente enlazada con lo demás, cual es la pintura que decora las bóvedas y parte de las paredes de dicho recinto.

En las tres secciones que he tomado del mismo, dos trasversales y una longitudinal se dejarán ver bastante dichas pinturas, pero ni la escala a que deberán de someterse dichos dibujos, ni la disposición de estas proyecciones, facilitan el poder ver lo importante de las expresadas bóvedas, que son los centros. ^[7]

Por otra parte, es lo de las bóvedas lo que está mejor conservado y creo merecerían tal vez formasen un grupo aparte de lo arquitectónico.

Respecto a los sepulcros, hay en el don García una inscripción en el testero y la efigie surcada en la tapa muy toscamente, pero que no deja de ser un documento importante; y además hay una caja dentro de uno de los sarcófagos que contienen los restos de una infanta… y que está cubierta de baqueta labrada y trepada, forrada al propio tiempo de una tela de seda azul con franjas de oro y encarnado. Otro sepulcro muy raro hay y de muy cortas dimensiones, de forma rectangular; en el que se ostenta una orla bizantina más tosca si cabe que las del panteón.

En el de doña Sancha hay solo inscripciones hechas creo posteriormente como así mismo en algunos otros, pero en ninguno más, se ostenta labor alguna, ni forma artística que sea digna de reproducirse.

En cuanto al mobiliario o alhajas, hay una muy bien labrada cruz de filigrana creo de últimos del siglo XV; unos relicarios que contienen la mano de santo Martino ^[8] de estilo plateresco y muy elegantes; hay luego una cruz de altar también de últimos del XV, también muy recomendable; pero lo que más importancia tiene ^[9] considerado artístico histórico y arqueológicamente hablando es la preciosa cruz de marfil regalo de doña Sancha, ^[10] el precioso cáliz de ágata montado en oro y enriquecido de pedrería como, asimismo, su patena que contiene veinticuatro de ellas en dos círculos concéntricos como simbolizando los doce apóstoles alrededor de un gran disco de ágata también, y que dicen fue regalo de la princesa Urraca; por último la otra joya notable es la urna de plata que guarda los restos de San Isidoro, ^[11] la cual como está encerrada dentro de otra urna moderna y ocupa el centro del altar no me ha sido posible todavía el poder verla. ^[12]

Mas volviendo a la expresada cruz de marfil cuya tosca imagen tiene el mismo carácter que las figuras de los capiteles del panteón, son interesantísimos los detalles formados por arabescos con figuras y animales raros perfectamente entallados y que creo representan tal vez todos los estados o situaciones de las almas, desde el paraíso en la parte superior alrededor de una figurita del Redentor, hasta el infierno situado a los pies e inmediato a una figura diabólica que hace como que está huyendo. En la parte más inferior de la cruz hay la inscripción {FREDINANDVS REX SANCHA REGINA} [ sic ] y en la superior de la cabeza del Cristo IHEHAZA RENVSREX IVDEORV. ^[13]

En la parte posterior como a tema principal los cuatro evangelistas y el cordero en el centro, estando los detalles a la misma altura de acabado que los de la parte anterior si bien no está tan prodigado de figuras humanas.

Daríia fin ya a esta mi mal trazada carta hecha de noche y al son de la armonía de un excesivo viento y lluvia que está cayendo, ni no juzgara de importancia el hacer mención del mérito de la bizantina basílica de San Isidoro.

Doy por seguro el que tanto usted como la Comisión tendrán presente esta bella página del arte de la Edad Media ^[14] a la que se la han agregado posteriormente adornos postizos que por cierto muy mal la sientan.

La fachadita es preciosa, y tiene en su interior un detalle notable y es una pila de forma cuadrada con toscas figuras alrededor y que se armoniza con todo el edificio supuesto que es a corta diferencia de la misma época que lo demás; se armoniza digo, si prescindimos de un perfecto blanqueamiento que ha sufrido dicho interior, y de una mano de ocre puro con que se han decorado los típicos y severos capiteles y los bien entallados y ajedrezados guardapolvos y demás detalles. ^[15]

Le incluyo unas fotografías de la imagen e inscripción de don García grabados en su sepulcro, como asimismo un calco que he tenido que hacer muy de prisa de las dos biblias antiguas que contiene la Biblioteca. ^[16] La figura pequeña es del 960 creo, y el Moisés y Aarón son de la otra, del XI; estos últimos son para que vea el carácter de la pintura del panteón que se asemeja mucho a ello, pero lo que más perfecta idea le dará de dichas pinturas es un Salvador que contiene la misma biblia y que por no tener papel vegetal del tamaño no pude hacer, pero que me dijo esta tarde el Sr. de Pravia visitando la Biblioteca, que el mismo sería el portador cuando tenga el gusto de verse con usted.

Espero contestación sobre las cosas que dejo apuntadas si he o no de hacerlas; cuya estancia en esta podría ahora aprovechar.

En saliendo de León pienso llegarme aunque no sea más que dos o tres días a Burgos, y ver lo bizantino de Carrión; como también en llegando a Medina del Campo tal vez me extralimite hasta Zamora y Salamanca, cuyas importantes ciudades tanto deseo tengo de poder ver.

Si nos engolfáramos en el terreno de lo pintoresco no sabría cómo expresarle lo simpático que se me ha hecho este país, por la variedad de líneas de sus edificios, sus pintorescos y típicos patios algunos con todo el sello del gusto árabe, y muy especialmente lo vistoso de los trajes de los montañeses. Creo que un pintor de costumbres tiene mucho que hacer aquí; y yo que en la esfera del arte todo me gusta, me extasío a cada momento al pasar por la calle.

Creo que basta por hoy el haberle molestado la atención por tanto rato, en tanto que aprovecha la ocasión de saludarle y repertirse de usted suyo y afmo. servidor y amigo

Jaime Serra [rúbrica].

Calle de la Rúa, n. 45. [León].